FACOAN reivindica unas vacaciones justas para los autónomos
Una de las ventajas de que, en teoría, gozan las trabajadoras y trabajadores autónomos es la flexibilidad para organizar su tiempo de trabajo.
Sin embargo, la experiencia nos dice que al final resulta siendo una carga que se suma a las que ya sufren. Ni se puede desconectar, ni se pueden tomar unas vacaciones como el resto de los trabajadores.
Esta situación crea estrés y dificulta la conciliación, sometiendo al trabajador y a su familia a inagotables jornadas laborales y a escasos momentos para disfrutar del ocio. Al llegar fechas festivas o veraniegas, el problema se acrecienta.
Los datos corroboran esta angustia. Según el estudio ‘Autónomos, ¿cómo estáis?’, publicado en 2019 por Muno, 7 de cada 10 trabajadores por cuenta propia disfrutan de menos de 15 días de vacaciones al año. Jornadas maratonianas, trabajo los fines de semana y problemas de salud son otras de las conclusiones de esta encuesta. Datos relevantes de esta radiografía emocional son, por ejemplo, que un 37,8% de los autónomos descansa siete días o menos al año, un 32,7% disfruta de un máximo de dos semanas anuales, el 19% tiene tres semanas de vacaciones y el 10,5% se toma 30 días naturales.
En FACOAN creemos que todo esto dibuja un panorama preocupante que debe ser despejado entre todos. No es de recibo que más de la mitad de nuestros autónomos y autónomas vivan estresados por un exceso de carga de trabajo que les produzca problemas de salud.
El ya conocido síndrome del ‘burn-out’, o “trabajador quemado”, se reproduce entre el colectivo con una preocupante frecuencia. Desde FACOAN recomendamos desarrollar un plan de trabajo a la medida y con objetivos claros, planificando el trabajo con tiempo, repasando todos los proyectos que están pendientes y cerrando todos los temas antes de irse de vacaciones. De esta forma, se puede aspirar a conseguir no dejar de lado tu vida familiar, el ocio y el descanso. También sugerimos utilizar las herramientas tecnológicas con inteligencia, de manera que no se conviertan en yugos que impidan desconectar de las preocupaciones durante el tiempo de ocio.